Florida, que alberga el 20% de todos los condominios de Estados Unidos, atraviesa una crisis inmobiliaria que afecta especialmente a los edificios con más de tres décadas de antigüedad. Los propietarios se ven obligados a vender sus unidades a precios significativamente reducidos debido a una combinación de factores: aumento de los costos de seguros, exigencias de reparaciones estructurales impuestas por nuevas leyes y restricciones en el financiamiento de propiedades con necesidades de mantenimiento crítico . 

La situación se agravó tras el colapso del edificio Champlain Towers South en Surfside en 2021, que llevó a la implementación de regulaciones más estrictas. Estas incluyen inspecciones obligatorias y la necesidad de mantener fondos de reserva para reparaciones, lo que ha generado cargas financieras adicionales para los propietarios . 

Como resultado, los precios de los condominios antiguos han caído hasta un 22% en los últimos dos años, y más de 1,400 edificios en Florida han sido incluidos en listas que los hacen inelegibles para financiamiento hipotecario. Esto ha llevado a una saturación del mercado, con una oferta que supera ampliamente la demanda . 

Miami, sin embargo, muestra una resistencia relativa a esta tendencia, posiblemente debido a su atractivo internacional y al interés continuo de inversores extranjeros. No obstante, el resto del estado enfrenta una situación crítica que requiere atención urgente de las autoridades y posibles soluciones legislativas para evitar un colapso mayor del mercado inmobiliario.