En diciembre de 2024, una urbanización de lujo en Carabanchel, Madrid, fue objeto de una ocupación masiva. Un total de 28 apartamentos fueron tomados por más de 120 ciudadanos peruanos, quienes afirman haber sido víctimas de una estafa perpetrada por un individuo conocido como “El Gitano”. Este sujeto, cuya identidad real permanece desconocida, ofrecía las viviendas a precios significativamente bajos, entre 2.000 y 3.000 euros, sin requerir contratos formales ni garantías.  

Los okupas, en su mayoría inmigrantes peruanos, accedieron a estas viviendas bajo la promesa de alquileres legales. Sin embargo, al intentar regularizar su situación, descubrieron que no existían contratos válidos y que las propiedades pertenecían a la inmobiliaria Vivenio. A pesar de los esfuerzos de la empresa por desalojarlos, los ocupantes han establecido su propio sistema de control, incluyendo la contratación de un portero que facilita el acceso al complejo.  

La convivencia en la urbanización se ha deteriorado notablemente. Los residentes legales denuncian ruidos constantes, fiestas y comportamientos violentos por parte de los okupas. Además, temen que la situación pueda derivar en actividades ilegales, como el tráfico de drogas o negocios clandestinos. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha calificado el incidente como un grave problema de convivencia y ha instado a reformar la legislación para permitir desalojos más rápidos.  

Este caso ha reavivado el debate sobre las leyes de ocupación en España y la necesidad de proteger tanto los derechos de los propietarios como los de los inquilinos legítimos. Mientras tanto, las autoridades continúan investigando la red detrás de esta megaocupación y buscan soluciones para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.