El mercado de condominios en Estados Unidos atraviesa uno de los desequilibrios más significativos en más de una década. Según datos de Redfin, en agosto de 2025, la diferencia entre vendedores y compradores alcanzó el 72.3%, lo que equivale a 108,945 vendedores más que compradores a nivel nacional. Aunque esta brecha se ha reducido ligeramente desde la primavera, sigue siendo una de las más pronunciadas desde 2013, solo superada por el periodo de confinamiento de abril de 2020.

Las razones detrás de este desajuste son diversas. Los altos costos juegan un papel central; las tasas hipotecarias continúan siendo casi el doble que antes de la pandemia, los precios de venta se mantienen cerca de niveles récord —con un promedio de 350,000 dólares por unidad— y las cuotas de asociaciones de propietarios (HOA) y de seguros no han dejado de subir.

Además, las nuevas regulaciones locales han incrementado la complejidad y los costos de ser propietario. En Florida, por ejemplo, tras el colapso del edificio de Surfside en 2021, se impusieron inspecciones más estrictas y mayores fondos de reserva, lo que elevó las cuotas mensuales. En California, los nuevos requisitos de seguridad estructural, como las inspecciones obligatorias de balcones, también están generando cargos adicionales.

Este panorama ha resultado en una caída en las ventas, precios ligeramente a la baja y una acumulación de unidades en venta. Florida y Texas concentran las mayores brechas entre vendedores y compradores. En San Antonio, por ejemplo, hubo casi cinco veces más vendedores que compradores en agosto.

Para muchos potenciales compradores, la ecuación financiera de ser dueño de un condominio ya no les favorece, lo que ha llevado a una desaceleración en el mercado.