Miami – Los residentes de condominios en el sur de Florida están sintiendo cada vez más el impacto financiero de las reformas estructurales y regulatorias implementadas tras el colapso del edificio de Surfside en 2021. Según un reporte reciente del diario El Nuevo Herald, los propietarios afrontan alzas significativas en las primas del seguro de propiedad, cuotas de mantenimiento y cargos adicionales obligatorios aprobados por las asociaciones de propietarios.  

El artículo destaca que, mientras las viviendas unifamiliares han mantenido una relativa estabilidad, los desarrollos de propiedad horizontal —especialmente en zonas costeras— se han visto presionados por múltiples factores: el aumento de los requisitos de inspección, la imposición de grandes fondos de reserva, y el cambio regulatorio que exige mayor transparencia y estructura financiera. Estas condiciones elevadas han generado que muchos propietarios reconsideren el valor neto de sus inversiones.

Además, el reporte analiza cómo ciertas comunidades con edificios más antiguos han experimentado evaluaciones extraordinarias para cubrir reparaciones estructurales urgentes y actualizaciones de seguridad, lo que se traduce en cuotas adicionales para los residentes. Para algunos, el panorama económico ya no es tan atractivo como en años anteriores.

El artículo advierte que esta tendencia podría generar efectos prolongados en el mercado inmobiliario local, especialmente si los costos continúan incrementándose sin una mejora concomitante en la infraestructura o en los servicios de los condominios.

En este contexto, las asociaciones de propietarios, administradores y desarrolladores tendrán que buscar nuevos modelos de gestión financiera, transparencia en sus cuentas y planes a largo plazo que equilibren la necesidad de seguridad estructural con la sostenibilidad de los costos para los residentes.